Estados Unidos ejecutó este jueves la deportación final de la jueza Melody González Pedraza a Cuba, tras 484 días en detención en varios centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), dijeron tres fuentes cercanas al caso a Martí Noticias.
González Pedraza llegó a Tampa en un vuelo procedente de La Habana el 30 de mayo de 2024 como beneficiaria del programa de Parole Humanitario del presidente Joe Biden. En la terminal aérea recibió una negativa de entrada al país debido a su historial en Cuba pero, según conoció Martí Noticias, la jurista pidió asilo político.
Poco antes de su salida de Cuba, había firmado una sentencia judicial de tres y cuatro años de prisión contra cuatro jóvenes, a los que acusaron de lanzar cócteles molotov contra un jeep y viviendas de los jefes de la policía y la Seguridad del Estado en el municipio villaclareño de Encrucijada. Ninguno de los cuatro condenados superan los 30 años de edad.
Las pruebas en el juicio se sustentaron en la retractación de la confesión de uno de los acusados y los testigos de la Seguridad del Estado. Cuba es un Estado donde no existen las garantías necesarias para el debido proceso, según han denunciado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otras organizaciones.
Martí Noticias constató que González Pedraza eliminó una cuenta en redes sociales donde compartía regularmente propaganda a favor del régimen cubano.
“Soy la mamá de uno de los cuatro muchachos presos en un juicio amañado por Melody González Pedraza. Un juicio en el que no hubo una prueba en contra de los muchachos. Intentó inventarla, pero no la encontró”, dijo desde Cuba Dunia Marisol Rodríguez Milián, madre de Eddy Daniel Rodríguez Milián, condenado a cuatro años de prisión por el delito de atentado.
“Ella le metió los cuatro años a los muchachos, quitándole el privilegio a mi hijo de poder irse para Estados Unidos porque a mi hijo le había llegado el Parole. Sin embargo, a ella, una jueza tan revolucionaria, que ha metido a tantos muchachos presos injustamente le llegó el Parole y le dieron la liberación [del Ministerio de Justicia]”, añadió.
Rodríguez Milián agradeció a las autoridades norteamericanas por la deportación de la jueza. “Se hizo justicia. Ella no merecía vivir en Estados Unidos después que tanto daño hizo en Cuba”, dijo.
González Pedraza perdió su caso de asilo político el 21 de mayo de 2025 y no apeló la sentencia dictada por un juez de inmigración en Pompano Beach.
Fuentes cercanas al caso dijeron a Martí Noticias que las denuncias de los exiliados cubanos contra González Pedraza fueron claves para su enjuiciamiento y posterior deportación.
“Se hizo justicia parcial. En realidad ella debería haber sido juzgada en Cuba con un nuevo gobierno democrático por el abuso sistemático a los derechos humanos. Eso se lo dije en su cara durante el juicio”, comentó Samuel Rodríguez Ferrer, testigo clave de la fiscalía en el proceso contra la jueza.
Junto a González Pedraza llegaron a EEUU su esposo, William Hernández Carrazana, recientemente deportado, y su hermano, Ruber González Pedraza, quien fue arrestado en Florida por agentes de inmigración y ya aceptó su deportación a la isla.
Ruber González Pedraza había servido -como su hermana- al régimen cubano promoviendo narrativas oficialistas en las redes sociales y atacando a Estados Unidos. Poco antes de viajar borró su pasado en redes.
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